¿Cómo te ves cuando te miras al espejo?
¿Cómo te sientes cuando piensas en ti?
¿Te gustas y te quieres?
¿o quizá no ...?
La autoestima es el pilar fundamental sobre el que construimos nuestra visión de nosotros mismos y, a partir de ahí, nuestra visión del mundo y de los demás.
Hoy hablamos de AUTOESTIMA...
Existe un debate intenso sobre si la autoestima (y el autoconcepto) existen desde el nacimiento o se van desarrollando conforme vivimos. Este debate nace de una carencia fundamental: aún no sabemos cómo surge o se desarrollan esos elementos en nuestra mente.
Durante los últimos doce años de investigación en neurociencia afectiva he desarrollado un modelo que nos permite dar una respuesta fundamentada a esa pregunta:
La respuesta es NO, el autoconcepto y la autoestima no vienen de fábrica, no existen hasta que nosotros, con nuestras interacciones con el mundo y gracias a nuestras capacidades emocionales y cognitivas los vamos construyendo, moldeando y perfilando.
Si esto es cierto, entonces tenemos una gran oportunidad puesto que la autoestima se convierte así en algo que podemos desarrollar y cambiar si descubrimos cómo hacerlo.
Uno de los tópicos más habituales para tratar de cambiar nuestra percepción de nosotros mismos es alimentarnos con frases, comentarios u opiniones externas que nos hagan sentir bien. Facebook está lleno de personas que necesitan que sus seguidores les digan continuamente qué guapas están. Desde ya os digo que eso no funciona, al menos no en el largo plazo. Eso no es autoestima. ¿Qué pasa el día que alguien te bloquea o elimina de su lista de amigos? ¿Ya no eres tan guapa o tan interesante?
Curiosamente la construcción de la verdadera autoestima empieza en ese momento, justo cuando algo o alguien nos hace dudar de nosotros mismos. Ese proceso de duda pone en marcha los mecanismos que nos permitirán construir una pieza de nuestra verdadera autoestima.
Pero eso es sólo el principio. No basta con poner en marcha el proceso. como todos los procesos emocionales, hay que encontrar una solución para que el proceso se cierre y obtengamos nuestra preciada pieza del puzzle de la autoestima. Para hacerlo necesitamos comprender y potenciar nuestra capacidad de comprender.
He dedicado más de dos décadas a explicar y enseñar a las personas cómo pueden potenciar su autoestima y por eso sé que tampoco es suficiente con este punto. En otro post hablaremos de los hábitos y las estrategias que utilizamos, consciente o inconscientemente, para no cambiar nuestra percepción de nosotros mismos.