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Más de tres décadas de intensas experiencias vitales han puesto a prueba, en numerosas ocasiones, mi resiliencia y mi equilibrio emocional, obligándome a descubrir las capacidades ocultas que todos tenemos dentro para hacer frente a la adversidad, superarla y crecer.

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Desde niño descubrí que era en la naturaleza donde mi mente, mi cuerpo y mi espíritu alcanzaban juntos su mejor equilibrio. Así, espacio, tiempo, naturaleza y silencio se convirtieron en mis mejores maestros, fieles amigos en cuya compañía he encontrado las respuestas a los intensos desafíos que la vida me ha lanzado.

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​Y fué así como, llegado un momento, pensé que todo lo que yo había aprendido a través de mi propia experiencia podía compartirse y que, tal vez, ese conocimiento pudiera ayudar a otros que no hubieran encontrado en su camino compañeros de viaje tan valiosos.

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PARA SABER MÁS...

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